jueves, 23 de junio de 2011

Dani Rovira... un gran humorista

Hola amigos de nuevo!!! como prometí (al contrario de Oder y Xiul) vuelvo a hacer mis entradas.

Hoy me gustaria hablar de un gran humorista, por lo menos para mi gusto, y voy a hablar de este gran monologista llamado Daniel Rovira ( Rovi para los amigos y Potranco para las amantes xD)

Dani Rovira (como es mas conocido) nació en Malaga en 1980. En sus inicios empezó a hacer monólogos para Paramount Comedy, aunque después empezó en otros programas como ´´Estas no son las noticias´´ de la cadena de Cuatro. Incluso tuvo la oportunidad de ir al programa de Buenafuente en la Sexta.

Este está licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Granada y como he dicho antes despúes empezó a hacer monologos para Paramount Comedy en el programa ´´Nuevos Cómicos´´ llegando incluso a hacer una gira por España con este programa.


Mas tarde empezó en el programa de ´´Estan no son las noticias´´ donde conoció a Dani Martinez, Quequé y David Broncano con los que participa en una serie en internet llamada ´´te Ries de los Nervios´´
Actualmente podemos escucharlo en el programa de la Radio Nacional de España ´´Abierto hasta las dos´´ junto con Quequé.

Muchos monologos de el destacan pero sobre todo destacan algunos como ´´Mi familia y yo´´, ´´Dislexia´´ ,´´Mis novias´´ o ´´Andaluces´´.
Yo os voy a poner mi favorito que en este caso es el de Mi Familia y yo.








Espero que os haya gustado. Os animo a que veais varios monologos de este hombre ya que yo por lo menos me ´´escojono´´ con el y la verdad para mi es el mejor monologista español actualmente

Hasta la proxima y saludos!!!

martes, 21 de junio de 2011

Hemos Vuelto!!

Hola amigos!! Esta entrada solo la hago para que sepais que tanto yo como Oderflax y Xiul hemos vuelto de nuevo al blog. La circustancias por las que no hemos podido escribir durante ya un bastante tiempo es que como sabeis estamos a finales de junio y los tres hemos tenido un montón de exámenes finales a partir de el mes de junio, que si os dais cuenta mas o menos ha sido cuando hemos dejado de escribir.

Solo quiero que sepais que tanto yo como Oder y Xiul ya hemos terminado todo, tanto los exámenes como los estudios, hemos aprobado todas (momento de aplauso y silbidos) y que ya por fin ha llegado lo que tanto esperamos... esa cosa que tanto ha tardado en venir de nuevo...si, hablo del...¡verano! asi que en verano seguiremos haciendo nuestro ritmo de entradas como antes ya que tendremos mas tiempo para dedicarle al blog

Solo era eso, ya dentro de poco (yo por lo menos) haré una nueva entrada, pero ahora no que me da pereza.

hasta la proxima y ya sabeis, ¡¡HEMOS VUELTO!!

sábado, 4 de junio de 2011

El Trono: Capítulo 1

Bueno tenía que poner alguna entrada así que continuaré con la historia que dejé por ahí.

CAPITULO 1: La tercera facción.
Desde que los hombres son hombres, desde que han podido sostener un arma entre sus manos, ha habido guerras. Por tierras, por personas, dinero, objetos, personas, fe, independencia o fascismos. La sociedad actual está forjada por guerras, puedes preguntar a cualquiera que veas por las calles de este empobrecido mundo; ¿Quiénes gobiernan? Y seguramente te tomarán por loco.  El Mandato es el gobierno. Es una organización que no permite lo que no le gusta. El Mandato es regentado por Mortif Necrand. De él se dice que lo ha liderado desde el principio, incluso desde el inicio de las conspiraciones para hacerse con el poder.
Por otra parte, La Orden, es un grupo principalmente religioso. Tienen una sociedad propia basada en la pureza. Sin embargo, su religión no tiene ningún fundamento histórico especial, simplemente apareció entre una guerra y otra. Poco a poco fue ganando poder y finalmente se convirtió en algo parecido al clero en la Edad Media. Su líder era Dios y me refiero a que su Dios cambiaba según iba muriendo y resucitando en una persona diferente que, casualmente, era identificada por el Santo Consejo. Este consejo también estaba corrupto ya que los ricos podían elegir quién sería el próximo líder. Actualmente Dios es Cristofer Alexei.  
En la vieja ciudad de Xam, en el Barrio de Dreken, hay una vieja casa oculta entre los callejones. Es una casa horrible. En ella conviven alimañas, polvo y mugre. Aun así es la casa más humilde del barrio de Dreken. Hay una vieja puerta de madera verde que ha sido ennegrecida por el tiempo, junto a ella, dos ventanales formados por fragmentos cristalinos de varios colores.
Un hombre con una ligera barba se aproxima a la puerta con un periódico bajo el brazo. La verde puerta cruje al llamar y, al mismo instante, ésta se abre y un hombre pálido con sombrero de copa aparece tras la puerta:
-Por favor, pasa Daim- dijo el hombre pálido con una sonrisa en la cara.
-Gracias amigo-
El huésped entró y de un solo paso llegó al salón, al dormitorio y a la cocina, donde se sentó en una silla junto al sofá. Su anfitrión cerró la puerta, que parecía quejarse con cada movimiento que le imponían, y se sentó en el sofá junto a su invitado:
-Se trata de Richard, hoy ha aparecido muerto- se sacó el periódico que traía bajo el brazo y se lo ofreció a su amigo.
-Pero, ¿qué ha ocurrido?- tras recibir el periódico, se entristeció enormemente.
-Lo han encontrado en el Puente de las Ánimas, le dispararon en la cabeza. Los médicos dicen que no ha sufrido demasiado debido a que ha sido un disparo certero.- Daim se mostraba cada vez más enojado con la situación- Esto no se puede consentir, debemos hacer algo, Peico-
-No sabemos quién o quiénes le han matado-
-¿Cómo? Tú y yo sabemos perfectamente quiénes han sido, los mismos que han matado a otras cinco personas desde hace dos días. Solo hay dos opciones o La Orden o El Mandato y los monjes no se ensucian las manos tan fácilmente.-
-Y ¿qué quieres que hagamos?-
-Reunamos gente y acabemos con ellos, matémoslos a todos, todo el barrio quiere acabar con ellos.- el tono de voz de Daim iba subiendo como si todas sus emociones se desbocaran y salieran de él.
-Esos apoyos tuyos son criminales; asesinos, ladrones y embaucadores. No durarían ni un minuto contra un guerrero-
La habitación quedó en silencio. El viento empezó a acelerarse y a chocar contra los coloridos cristales. Las paredes grises parecían temblar, los cristales se empañaron y el frio asoló los rostros de Daim y Peico. Ambos se levantaron y corrieron hacia la puerta exaltados. Las calles estaban desoladas, los charcos de agua sucia se habían helado y el cielo había asumido su papel.
-Otra ejecución, no sé en qué están pensando esos malditos monjes-dijo Peico mientras se caló su negro sombrero de copa.
Ambos recorrieron las calles solitarias, ascendieron por avenidas y cruzaron plazas. A  casa paso un aliento gélido les recorría el cuerpo y tiraba de ellos como si fueran títeres en manos de un juglar. Tras escalar por la escurridiza calle de la Luna, la Gran Plaza de la Ciudad de Xam, el orgullo de sus habitantes y el mismo centro de la ciudad se abría ante ellos. La plaza estaba formada por centenares de adoquines negros y blancos que tapaban los helados charcos negros.
Desde lejos se podía ver un patíbulo de hierro negro. Toda la población del barrio pobre estaba allí rodeando la resplandeciente estructura. Una vez los extraños personajes consiguieron acercarse vieron al preso que iba a ser ejecutado y a sus ejecutores. Con una soga al cuello y lágrimas en los ojos, esperaba el preso su ejecución mientras un sacerdote de aspecto inocente, ataviado con un hábito rojo fuerte, le miraba. A su lado otro hombre alto, como una torre, parecía observar al bullicio, mas no se podía apreciar ya que su negro hábito calado le tapaba la cara casi por completo.
-Queridos hermanos y hermanas-comenzó a decir el regordete cura de habito rojo- nos hemos reunido aquí hoy para ajusticiar a este ladrón que ha intentado robar la sagrada Corona de Sala-
Un gran silencio hizo mella en la oscura plaza y penetró en cada uno de los oyentes ya que dicha corona es el símbolo más importante de la Orden. De la Corona de Sala se dice que surgió de entre la inmundicia y la desesperación de los más desfavorecidos por las Grandes Guerras. La misma Sala la encontró entre los callejones cuando solo era una niña que había perdido a sus padres en las guerras. La más pobre y desgraciada chica de la ciudad se encontró con una figura plateada capaz de materializar cualquier pensamiento. La pequeña  inocente se convirtió en una profeta a la que necesitaba la población en aquellos tiempos en los que las religiones se desmoronaban. Una vez Sala descubrió los poderes de la Corona decidió utilizarlos para unificar a las diversas naciones aprovechando el fuerte fervor religioso de la población.
Gracias a la omnipotencia que le concedía la Corona, Sala no solo creó una religión si no que consiguió acabar con las Grandes Guerras manipulando a las personas para unificarlas. Sala quería que el gobierno del mundo entero no dependiera solo de la iglesia por lo que creó un grupo que se encargase de los asuntos políticos y militares, así nació El Mandato constituido por 5 personas.
Pero todo llega a su fin. Existen montones de leyendas sobre la desaparición de Sala pero todas narran como la mente desinteresada de Sala empezaba a someterse a la locura hasta que un día en su trono solo se posaba su corona plateada. Algunos dicen que la Corona la absorbió, que la hizo desaparecer, que la obligo a ocultarse o que su locura acabó con ella. Tras su repentina desaparición El Mandato se hizo independiente de la Orden y pasó a ser la principal institución mientras que la Orden pasó a un segundo plano.
-Este hombre-continuó diciendo el cura de rojo- fue capturado en la sala del trono intentando robar la Corona de Sala. Esto es un acto de rebeldía que no vamos a tolerar. Que toda la ciudad sepa que no toleramos insubordinaciones.
Daim y Peico observaban impotentes como el enorme monje de hábito negro iba a dejar caer a aquel hombre en el abismo de la muerte. Daim gritó enojado:
-¡Alto!-
Todo el bullicio se dio la vuelta hacia Daim. Mirara a donde mirara solo veía rostros de asombro pues nadie nunca se había atrevido a contradecir a la autoridad, porque significaba la muerte. Peico intentó callar a su amigo pero el esfuerzo fue en vano.
-¿Quién es el estúpido que ha osado contradecir a la Orden?-pronunció una voz fuerte como la de un gigante- Que dé la cara-concluyó el monje de negro.
-¡He sido yo! ¿Qué pruebas tenéis de que este hombre quería robar la corona?-
-Él lo ha confesado- dijo esta vez el más regordete.
Los ojos de toda la población se centraron en el condenado a muerte. Su cuerpo estaba completamente lleno de cardenales, heridas y magulladuras. Debieron haberle golpeado hasta que confesara que había intentado robar la Corona.
-Ahora más vale que nadie más nos contradiga o si no acompañará a este ladrón en su viaje a la tumba-
Estas fueron las últimas palabras que entraron en los oídos de aquel hombre con la soga al cuello antes de caer en el más profundo y oscuro abismo que hubiera visto nunca.
Una vez el cadáver colgaba de su soga, el bullicio se dispersó y Daim y Peico volvieron a reemprender la conversación que había quedado tendida tras aquella puerta verde. Ambos estaban disgustados y enfadados pero Daim se mostraba especialmente molesto.
-Otro más ha caído. Nos matan como si fuéramos escoria. Tenemos que acabar con ellos o nos mataran a todos.-le dijo a Peico.
-No tenemos apoyos ¿qué podemos hacer nosotros dos solos?-
-Tenemos que convencer al resto del pueblo. Son más los que quieren acabar con ellos que los que quieren apoyarlos.-
Peico abrió la puerta verde y ambos cruzaron su umbral cerrándola tras de si.
-Si queremos derrocar al Mandato y a la Orden necesitaríamos apoyos, mas nadie se atreve a retarles-Peico soltó un gran suspiro
-Yo hablaré con los bajos fondos. He oído que los ladrones no están contentos con El Mandato, aunque, ¿quién no lo está?-ambos volvieron a sentarse mientras hablaba- Tú habla con los comerciantes y los pocos empresarios que no trabajen para El Mandato.
-¿Por qué crees que se dignarán siquiera a hablarme?-preguntó Peico
-Bueno hasta hace dos años tú eras el más grande entre ellos-le recordó Daim
-Daim, no me será fácil hablar con alguno pero qué cambiaría si consigo que nos apoyen.
-Ellos podrían suministrarnos armamento y soldados. Hoy en día cualquiera mataría si le pagasen.
Un silencio traspasó la puerta e hizo mella en ellos. Sin apenas darse cuenta, habían empezado una revolución, la más grande de todas.

De nuevo la historia sigue pero no tengo pensado ponerla toda.